TODO INTERIOR
Las cosas por su nombre: no tan derecho

Punto neutral
Alfredo Zaldúa de Semanario EL ECO de Palmira/G.I.E.F.I.
Siempre desde nuestra posición de neutrales observadores consideramos valioso
todas aquellas iniciativas que con fundamentos válidos busquen reivindicar y defender derechos. Por eso, por fuera de quién haya sido el generador de la Asociación de Futbolistas del Interior, que en su momento contó además con la adhesión impulsora del ex-capitán celeste Diego Lugano, en épocas donde también la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales navegaba por aguas turbias denunciada por el movimiento de futbolistas “Más unidos que nunca” que consiguió la remoción de quienes al momento integraban la Directiva de la gremial de profesionales. Por eso la creación de A.F.A.I. con el interés puntual de luchar contra el lucro de algunos a costillas de los jugadores amateurs del interior sin perjuicio de la búsqueda futura de otros beneficios, encajaba con justicia como una voz más dentro de los que de una forma u otra son parte de nuestro fútbol.
Ahora bien, este comunicado contrario al acuerdo entre O.F.I. – A.U.F. donde de manera transitoria se corrieron los plazos para que los jugadores queden en condición de libres, da lugar a analizar el reclamo sin poder evitar encontrar cierta discrepancia con el mismo.
Hemos sido, lo seremos en cada ocasión que lo entendamos oportuno, muy críticos de la O.F.I., no cuestionando personas sino procedimientos, pero en esta hay que darle la derecha. Es más, días atrás habíamos hecho una columna denunciando cierta pasividad de la Organización en el tratamiento de este tema dónde una parte del patrimonio de sus clubes afiliados corría riesgo.
Es obvio decir que para poder jugar deben existir los clubes. Los clubes son los que permiten a los jugadores mostrarse como tales. Todo aquel que como jugador pasa a formar parte de una institución sabe y si no debería informarse antes que, por una razón de orden, se tendrá que ajustar a ciertas reglamentaciones independientemente de su condición de amateur. Nadie duda que los jugadores son los principales protagonistas, tal lo expresa A.F.A.I. en una parte de la proclama. La pregunta a A.F.A.I. es: ¿Cómo podrían ser protagonistas si no existieran los clubes? La conclusión es sencilla: Se necesitan mutuamente. A nadie, incluyendo a los futbolistas que reclaman libertad, le es ajeno el sacrificio que en general demanda a los dirigentes mantener un club activo, sin otro retorno que no sea la satisfacción de ver sus colores conquistando algún campeonato o por los menos compitiendo. A.F.A.I. defiende “la formación y la protección de los futbolistas en beneficio de los clubes formadores, pero hasta los 17 años incluidos.” ¿A.F.A.I. no considera justo que el club, cualquiera sea, merece tener una retribución sin límites de edad? ¿Considera justo que los clubes que los cobijaron dándoles la oportunidad de iniciar su carrera se queden con las manos vacías?
Además, no han de ser muchos los casos, si los hay, en que llegado el momento un club le frustre a un jugador la posibilidad de un futuro mejor. Como en todo habrá excepciones donde el jugador tenga sus razones para reclamar la libertad como el club la de coartarla. Suele suceder, dicho sin intenciones de quitar derechos, que estos mismos jugadores que exigen a sus clubes amateurs, después, cuando dan el paso que creen salvador, juegan soportando meses de atraso en el cobro de los sueldos incluso traicionados por sus propios colegas con actitudes muy poco éticas que al momento de proceder demuestran, hay antecedentes, que para algunos, no pocos y muy significativos dentro de nuestro fútbol profesional, el “Más unidos que nunca” les sirvió demagógicamente hasta tanto no fue a ellos que les quemaban las papas, votando en beneficio propio sin importar el perjuicio que le generaban al resto. Basta con ir pocos meses para atrás y hacer memoria.
Se nos ocurre que en esta A.F.A.I. debería reconsiderar el reclamo de derecho y plantearse como deber moral de, llegado el caso, indirectamente devolver algo de lo recibido.
