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Ochenta y cuatro y sumando

OFIF OFICIAL
Vida de múltiples alternativas la del rojo del Prado Español
Que ha sabido alternar aquellas décadas del gloria en sus primeros años, cuando ya se les plantaba gallardamente a los reiterados dominadores del incipiente fútbol lugareño (Atlético Florida y el reiteradamente imbatible Peñarol) con momentos preocupantes en lo deportivo como aquellos años que tuvo que competir en la Divisional C de fugaz existencia. Pero siempre tuvo detrás un barrio tan populoso como futbolero y de esa zona aledaña al río siempre salieron los recursos humanos y especialmente los competitivos (el Prado Español ha sido tradicionalmente el mayor generador de buenos futbolistas del departamento) como para sobrellevar las malas rachas competitivas. Y al poco tiempo de aquel pasaje descripto por la C, volvieron los títulos y de una buena administración de oportunos recursos surgió la magnífica realidad de un coloso edilicio como el estadio Álvaro Yanes. Y otro día y con nostalgia La Vieja Sede solo fue una bandera que recuerda tantas noches de festejo y alegría y su gente encaró hacia El Castillo, en una privilegiada ubicación y con muchas posibilidades de crecer en el futuro.
Y como esa fábrica de buenos jugadores a que hacíamos alusión tiene su materia prima en la niñez España tuvo su Fútbol Infantil y luego un estadio exclusivo para los pibes, cuyo nombre recuerda a una presidenta que se fue prematuramente de la vida, pero que dejó un contagioso legado de pasión por El Rojo como Viviana Rodríguez. Un legado que nuevas generaciones siguen honrando y pese a las dificultades que siempre han parecido acecharlo a lo largo de su historia, el viejo España, el «Aspaña» (grito de guerra deportivo de un hincha inolvidable como Seijas) sigue generando leyendas deportivas, concitando multitudes, y atrayendo a los pibes detrás del rojo sangre de su enseña
