Baby
OFIF saluda a Tabaré

OFIF OFICIAL
TABARÉ, EL FUTURO ES DE LOS PIBES
No son fechas proclives para festejos y celebraciones, menos para el Fútbol Infantil donde el maldito Covid de la maldita pandemia nos acaba de arrebatar nada menos que al enorme Daniel "Ruso" Riviezzi que, en una síntesis que aun no alcanza para dimensionarlo en una justa medida, fue buena parte del espíritu y el corazón de nuestra Liga desde hace muchos años.
Su partida nos llevó casi todas las ganas, el entusiasmo, la alegría de seguir en esta actividad tan hermosa y valiosa, pero seríamos una especie de traidores a su memoria y a su ejemplo si no tratáramos de mantener (más allá de la certidumbre de que sin él todo costará el triple) lo que aportó con esa generosidad que solo muestran los seres humanos grandes de verdad.
Por eso, y más allá de que el dolor supere por goleada a la elocuencia, tenemos que saludar los sesenta años del Club Atlético Tabaré, institución que supo marcar una época dorada en el fútbol mayor y que desde hace un tiempo se reintegró a nuestro Fútbol Infantil donde ya supo competir gallardamente algunos años atrás. Y en el que, como mostrando querer recuperarse rápido de ese paréntesis de la ausencia, se viene mostrando con un admirable frenesí creador. Porque en pocos meses presentó varias categorías y de la nada levantó un escenario eficiente, prolijamente diseñado y con enormes perspectivas de seguir creciendo en infraestructura y servicios. Y al igual que aquel Tabaré de los ochenta admiró tanto por los títulos logrados como por una apuesta insobornable al fútbol casi como una expresión artística del juego, madres, padres y niños del presente han comenzado desde los cimientos, la recuperación de una obra deportiva y de un estilo de juego con marcados perfiles de pertenencia. Felicidades Tabaré, por muchos años más aportando al deporte desde una máxima fundamental y comprobada de que sin niños y jóvenes difícilmente habrá futuro en ningún emprendimiento humano. Que el ejemplo inolvidable del amor por el fútbol de los más pequeños del Ruso Riviezzi, sea con ustedes
