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Opinión

Pedro Clavijo. La Colonia.
LO QUE SEA POR SALUD. BIENVENIDO
Hay cansancio en cuanto a las restricciones. Es verdad, pero también somos conscientes de que, en nuestro país, hemos sido privilegiados. Quien más, quien menos, pudo continuar con actividades y en la medida de sus precauciones, casi como hacerlo con normalidad. La responsabilidad de cada quien, marcó esos privilegios, si bien es cierto que una gran proporción de ciudadanos, poco hizo por mantener claros cuidados de protocolo orientados desde las autoridades nacionales. A las pruebas nos remitimos.
Pasamos de ser una isla en el mundo, a ser hoy, el país con más infectados por millón de América.
Es cierto, hubo contradicciones enormes en mensajes dados y llamados a movilizaciones imprudentes que llevan al desmadre.
Cansancio. Es verdad. Pero es el mundo que está en riesgo, es un virus que azota y deberíamos estar a la altura de semejante desafío.
También es cierto que fieles a nuestra forma de ser, hemos sido críticos, analistas y hasta filósofos científicos, profesores y expertos en cada uno de los temas. Conforme opinamos sobre la formación de nuestra selección, también ponemos en tela de juicio decisiones tomadas al más alto nivel por excepcionales profesionales como los que felizmente tenemos.
El debate político también estuvo presente y las contradicciones se observan en cada intervención de unos y otros. Hasta con la vacuna hay diferencias y definiciones, a las que incluso no ha llegado la Organización Mundial de la Salud. Así, es que se llega a lamentar los dichos del Presidente de la República hablando de que “faltan brazos” para recibir la vacunas. Claro, también es cierto e increíble, el desfasaje en la probable agenda, atendiendo al caos que imperó en estos días.
Lo cierto es que todas las medidas que podamos tomar para cuidarnos está bien.
Si debemos parar el fútbol amateur, bienvenido sea. A veces surge la pregunta de por qué el amateur, si, y el profesional no. Muy sencillo. Los profesionales tienen mayores posibilidades de acceder a cuidados, a hisopados, a atención médica. Además, resulta de atractivo tener dicha actividad como complemento de distracción de la ciudadanía.
Lo que si debe quedar en claro es que no se prohíben los entrenamientos. Tampoco el deporte individual. Es una buena noticia. Ningún deportista quedará privado de hacer lo suyo y mantener su salud. En definitiva, es lo más importante. Más que un torneo que puede empezar un mes o dos después. Lo principal es cuidarnos, atendernos, ser solidarios. Nunca será en vano tomar al pie de la letra las recomendaciones. Está en juego nuestra salud. Han muerto 750 uruguayos, más de dos millones de personas en el mundo, y hay poblaciones de riesgo que la pasan o la van a pasar muy mal.
Es ser solidarios, Nada más.
