FÚTBOL PROFESIONAL
Opinión

Pedro Ramón Clavijo.
EN URUGUAY..SE PUEDE….
De primer mundo fue el partido final Intercontinental Sub 20 entre C.A. Peñarol de Uruguay y SL Benfica de Portugal.
Fueron 40579 espectadores, asistentes a un hermoso espectáculo. Estadio repleto, prolijo, ordenado. Tribunas rebosantes que disfrutaron. Aliento constante al equipo local y respeto total al visitante. Detalles cumplidos a la perfección, con horarios y cuidados hasta lo mínimo.
En juego, los 90 minutos resultaron entretenidos, de ida y vuelta, con equipos dispuestos a ganar, sin limitar entrega, pero con el contenido de razonamiento adecuado para los grandes acontecimientos. En llegadas, acaso el local tuvo alguna más, aunque con definición apurada.
Benfica, de típico estilo europeo. Con su 4-1-4-1 elástico de movimientos pensados, técnicos, fáciles, que en ningún momento mostró fisuras. Ritmo constante y sostenidos, sin pérdida de atención, ataques moderados, repliegues precisos, con ocupación de zonas que en ningún momento dejó espacios por los que pudiera ser sorprendido.
Peñarol, lejos de la dinámica desmedida que reiteradamente ocurre en sus incursiones de entre casa. Equipo bien parado, equilibrado, paciente, que supo replegarse y desdoblar ataques que en algún caso llegar hasta a ser preocupación para el rival.
La tenencia del balón fue respetada por ambos, conclusión que permite establecer reconocimiento para la virtud individual de quien está enfrente.
El partido se definió en un detalle no menor, que fue precisamente la pérdida de esa concentración existente.
A la salida de un tiempo muerto por lesiones, un córner ejecutado desde Colombes y América sorprende a los defensores aurinegros y un solitario delantero Luis Semedo, selló el resultado.
El habitual empuje mirasol y la sostenida defensa lusitana fue el epílogo de emotivos últimos minutos.
La alegría visitante, desazón uruguaya, con festejo y llanto, con el contagio de casi 50000 almas que alentaron a su equipo, agradeciendo el esfuerzo.
Buen juego, pelota al piso, excelente disposición para realizar salidas serenas y fina percepción de que, en síntesis, nuestros defensores no se alejan tanto de la realidad mundial.
El premio merecido a los chicos locales, el aplauso de pocos a la gloria rival, pero el respeto final para una gran tarde de fútbol.
Desde las adyacencias del estadio Centenario en lo previo, el ingreso al Estadio, el cotejo, la salida y vuelta a la calma, todo fue maravilloso.
Bienvenido Uruguay al primer mundo. Claro que se puede.
Foto: De primer mundo fue el partido final Intercontinental Sub 20 entre C.A. Peñarol de Uruguay y SL Benfica de Portugal.
