Plaza. 104 años de institución líder

Pedro Ramón Clavijo. La Colonia

LO DE PLAZA NO ES CASUALIDAD

No es casualidad que Plaza Colonia sea campeón del Torneo Apertura del fútbol uruguayo. Tampoco fue casualidad cuando en 2016 obtuvo el Clausura y cayó en una final frente al poderoso Peñarol, en un partido que tuvo a tiro de ganar.

Bien cierto es que desde que el equipo albiverde llegó al profesionalismo, fue protagonista. Con muy buen futbol dirigido por Daniel Torres con Eduardo Espinel y Osvaldo Carro en el equipo, jugó el mejor fútbol de aquel torneo de segunda Profesional, y por casi nada quedó en la Divisional. Al siguiente año con la misma fórmula ascendió brillantemente. En 2002, con la DT. De Diego Aguirre y con Espinel y Carro como figuras claves, el equipo fue vice campeón del torneo Clasificatorio y estuvo a punto de acceder a copas internacionales.

Festejo de Plaza Foto twitter Campeonato Uruguayo

Es verdad que tuvo períodos de descenso, pero siempre apostó a volver para ser protagonista. Su historia de grande, lo llevó al profesionalismo, no para ocupar lugares de reparto. En 104 años, fue institución líder.

Plaza ha sido siempre exigente. Muy exigente desde el punto de vista social y deportivo. Apuntó a más, y los éxitos están a la vista. En lo local, departamental o nacional siempre lo fue. En cada deporte que practica lo es».

Cuando decidió su nuevo destino, también apostó a ganador. Perdió en aquel 1999 la licitación con Rocha y fue a Segunda.

Desde hace ocho años, comenzó una nueva etapa. La del gerenciamiento que se transformó en sociedad anónima. Algo inédito se fue haciendo realidad.

De la mano de dos amantes profundos del fútbol como Roberto García y Carlos Manta, fueron diseñando una idea. Hacer un equipo para el departamento. En el comienzo del nuevo siglo, la idea rondó en este último y cumplió excelente campaña hasta en Primera División con Deportivo Colonia. Después aquello cayó.

Ambos son amantes del fútbol. La dupla ideal. Fueron de a poco para alcanzar este presente venturoso.

Festejos de Plaza. Foto twitter de Campeonato Uruguayo

Ambos supieron desde el comienzo, el potencial futbolístico del departamento de Colonia. A nivel de jugadores, técnicos e infraestructura, Colonia es de punta. Es claro eso.

Aquí se une la potencia del crisol de razas que tiene. Inmigrantes de todo el mundo llegaron a estas tierras. En el fútbol se nota eso también. No es casual.

Desde lo deportivo, la sociedad anónima se hizo realidad. Consiguieron un ascenso, un título, volvieron al llano. Retornaron de vuelta y otra vez el título.

Desde divisiones inferiores el proyecto fue creciendo, e incluso el Parque Juan Prandi, ubicado en una zona excelsa de la capital departamental, se fue nutriendo de las necesidades de exigencia del club profesional. Desde espacios para entrenamiento, oficinas, tribunas locales de concentración, habitaciones para futbolistas y ahora iluminación para encuentros nocturnos, el escenario de la Avenida González Moreno tiene.

En la parte futbolística volver a tener a Eduardo Espinel y Osvaldo Carro al frente del equipo, cierra el círculo. Hombres de la casa, con cultura y paladar futbolístico. Interpretan claramente como es la casa. Son queridos por el departamento, vienen desde la roja y la azul y blanca. Estuvieron en todos los procesos. Tienen la mejor escuela. Les creemos y acompañamos.

Festejo del patablanca. Foto twitter de Campeonato uruguayo

El sentimiento aquí, aunque no se demuestre en explosión de fervor ni excesivo júbilo. Hay respeto y admiración. Esa misma empatía, es la que muestra el equipo en cada partido, con una personalidad de conjunto grande. Incluso para enfrentar los momentos más difíciles. Es la exigencia de la institución desde sus raíces. Siempre fue así. Eso comienza con la propia historia del club. Desde su fundación el 22 de abril de 1917. Continuó con la nueva semilla que plantó en 1999 el Ingeniero Milton Gonnet y que en 2000 consolidó con la dirección técnica de Daniel Torres. Dos placistas de ley muy profunda. Siguió a su nueva etapa con toda esta realidad.

Por eso, no resulta difícil llegar a la conclusión. No es casualidad.

Foto portada de Leonardo Mainé de Ovación