Aquí Rivera

Por Freddy Silva

Todos empataron y apenas hubo dos goles hechos por el mismo equipo, ¡Qué poco!

¿Querían fútbol de tarde?

¿Querían que no fuera nadie a mirar el primer partido?

¿Querían jugar en la cancha de Oriental?

Querían morirse de calor y llegar a casa quemaditos y con mucho dolor de cabeza?

Claro, lo de quemaditos por el sol reinante, lo del dolor de cabeza porque el fútbol faltó a la cita

¡Qué poco!

Apenas el primer partido, el que justamente se jugó con más calor, fue donde pudimos ver algo y producto de los buenos jugadores que había en la cancha.

Lo demás, poco, realmente muy poco y cero en el marcador.

QUISIERON, PERO NO PUDIERON

Bola Ocho. Foto Freddy Silva

Bola Ocho y Artigas protagonizaron un partido atractivo de verlo desde la calurosa tribuna.

A pesar del intenso calor, de un sol que picaba muchísimo, los jugadores se brindaron en la cancha buscando dar lo mejor de sí en busca de un triunfo

Fue Bola Ocho quien logra el tanto de apertura a los 31 minutos del primer tiempo en la ejecución de un tiro libre de Pablo Santos que encuentra en el camino la cabeza de Rodrigo Silva para descolora la defensa que podía esgrimir Etchenique.

Artigas. Foto Freddy Silva

Así se terminó el primer tiempo, con una victoria parcial que se explicaba solamente por esa jugada.

Pero en el comienzo del complemento llegó el gol del empate y fue Juan Manuel Floretta quien aprovechando una “pelota sucia” que había derivado hasta afuera del área para colocarla baja y muy lejos del alcance de Fernando de Mello que solamente atinó a mirarla porque nunca la vio llegar debido a la cantidad de jugadores que había en el camino.

Parecía que Artigas iba a seguir de largo máxime que hace cambios netamente ofensivos y así, se fueron sumando a Anderson Pérez y Brahian Garcia jugadores de la categoría individual de Marcio Galli, Marcos Ramos, Leonardo Aguiar, Luis Alberto Souza y Gonzalo Trinidad.

Todos jugadores del medio hacia adelante, pero Bola Ocho no solo se cerró bien, sino que hasta tuvo claras chances ofensivas que no pudo concretar.

Una a uno que al final del partido se justifica por méritos y defensas de unos y otros.

PUDO SER PARA CUALQUIERA

Deportivo Colina y Oriental jugaron el partido del medio con posibilidades para uno y otro lado.

Hasta el último minuto estuvo viva la posibilidad del gol, pero ni Colina ni Oriental acertaron.

Deportivo Colina. Foto Freddy Silva

Del primer tiempo se rescatan algunos minutos de Oriental y la férrea defensa de Colina que se impuso y evitó que llegaran al arco de Diego Basso.

En realidad, el golero del Colina no tuvo jugadas importantes en su contra a pesar que hubo algunas pelotas que pasaron cerca.

Pero en el segundo tiempo el viento cambió y se fue al otro lado.

Oriental Foto Freddy Silva

Apareció Colina, los cambios fueron ofensivos y el azulón se fue arriba superando al azul, pero fue cuando apareció la figura del golero de Oriental que sin duda alguna se transformó en el responsable directo del resultado con tres o cuatro atajadas realmente sensacionales, especialmente un tiro libre de Igor Kessner desde la izquierda que se colaba al ángulo

Empate con sabor a poco.

DOSIS DOBLE

Si pasar sin ver un gol durante noventa minutos y cuando el partido no es bueno, cansa y aburre, mucho más cuando el partido que sigue se juega en las mismas condiciones.

Pero al menos entre Sarandí Universitario y Huracán hubo algunas jugadas polémicas que levantó al aficionado

Sarandí Universitario. Foto Freddy Silva

Nada, absolutamente nada que ver con el partido que jugaron hace un par de horas por la última fecha de la primera rueda y donde hubo emoción de principio a fin.

Huracán. Foto Freddy Silva

Lo del comienzo de la Liguilla fue apático, aburrido y visto con malhumor por parte de las casi quinientas personas que llegaron después de las tres y media porque antes éramos solamente algunos “obligados” y hasta otros obligados a estar, faltaron a la cita quedándose en casa con aire acondicionado encendido y terminando el almuerzo con un postre helado.

LA FIGURA

Gratísimo placer reencontrar a Marcio Galli en una cancha riverense

El “Mago” volvió al tricolor del Pueblo Nuevo como una revancha porque ha sido con la única camiseta que no fue campeón.

Lo recordamos siendo un niño y debutando en el baby fútbol de Rampla Jr. y luego en los juveniles de Sarandí Universitario

Con 17 años sale por primera vez y se va a la quinta división de Defensor Sporting.

Dos años en Peñarol donde fue campeón en Tercera División junto a otro riverense que fue goleador del certamen, Marcos Ramos.

Marcio Galli, la figura. Foto Freddy Silva

Vuelve a Rivera a jugar en Artigas dos años, el primero con Miguelito Lemes y el segundo con Enrique de Bellis, pero sin lograr el título que era el objetivo.

Fue en ese entonces que comienza su romance con la selección celeste de la mano de Carlos Wallace.

Vuelve a la capital del país a jugar en Miramar Misiones y siempre junto a Marcos Ramos.

Ambos retornan para jugar con la camiseta de Lavalleja la Copa de Clubes y de aquí a Wanderers de Artigas para jugar la Liguilla y la Copa de Clubes de la mano de Barreneche y luego de Mario Saralegui que no termina porque se fue al exterior y llegó Adolfo Barán.

Nuevamente en el fútbol riverense para jugar en sarandí Universitario siendo campeón con Enrique de Bellis, de nuevo al Wanderers de Artigas, ahora con Gustavo Ferraz y nuevamente campeón con Sarandí Universitario.

Pasa a Peñarol con Donato Lemos sale campeón un año y pierden la final ante Sarandí Universitario al año siguiente.

Ingresa al grupo de jugadores que se unieron para hacer posible que Cerro volviera a la Divisional A, lo logra y a mitad de año se fue a Wanderers Juvenil de Tacuarembó conociendo al “Fantasma” Duarte

Ahí comienza un romance con los títulos, tanto con el club, logrando un tri campeonato como con la selección rojiblanca siendo campeón del interior, el primer año que juega y luego campeón del Litoral en varias oportunidades

Hoy vuelve al fútbol riverense a buscar la revancha con la camiseta de Artigas y el pasado domingo volvió a la cancha, no pudo ganarle a Bola Ocho, pero con un par de jugadas mostró lo que es, un Mago con la pelota en sus pies y seguramente le dará más de una alegría s u equipo.

Está a préstamo hasta febrero y recién allí optará por la camiseta que quiera vestir en la próxima Copa de Selecciones.