#COPAOFI. El penal de Alvarez

AUNQUE UD NO LO CREA

De Ripley fue el penal sancionado por Luis Alvarez en el partido semifinal de vuelta entre Libertad y Quilmes.

No sabemos que estaba mirando, que fue lo que apreció, que «angel» cruzó por su vista, cuando el «vió» un empujón -estimamos- de un defensor de Quilmes contra su colega de Libertad.

Seguramente la presión a la que fue sometido en el entretiempo, en un escenario donde a pesar de la manga forrada por malla sombra, los salivazos eran moneda constante, los insultos de un sector minoritario de la hinchada de Libertad,  que sus dirigentes siempre estuvieron dispuestos a disuadir, pero fue suficiente para que Luis Alvarez, a quien le hemos visto arbitrajes correctos, tuviera un desgraciado segundo tiempo.

Hay un sinnúmero de errores que si hubo veedor técnico, los habrá apreciado y dentro de los graves y decisivos se cuenta el penal sancionado erróneamente, que parte de un saque de esquina ejecutado desde fuera del área marcada y que no correspondía pues la había arrojado fuera del terreno un jugador local.

En las expulsiones se aprecia un claro error de interpretación y sobre todo en la 2da cuando en un tumulto pasó de todo y habiendo sancionado falta a favor de Quilmes, le muestra una 2da amarilla al deportista floridense.

Hay que tomar precauciones, la salida y entrada por ese pasadizo azul rumbo al vestuario, la explanada donde se colocan los hinchas «bravos» de Libertad, puede causar mas de un dolor de cabeza. Cualquiera que quisiera podía estar en zona de vestuarios y la única seguridad que había eran 4 efectivos privados.

Estuvimos en una semifinal Maldonado-Salto en Mayores donde varios jugadores y periodistas fueron lastimados por objetos contundentes lanzados desde ese sector y se continúa en la tónica.

En la previa, un hincha se encargó de amenazar a cuanta persona desconocida hubiera en el sector de vestuarios, hasta que el presidente en forma atinada lo retiró.  Si nadie los vio, nosotros estábamos allí para dar nuestra visión.

A la Liga de Florida se le ha dado «con todo» en cada oportunidad que se han cometido excesos, llegando incluso a privarlo de jugar una final del interior en juveniles. Lo del domingo en San Carlos, fue mucho peor ya que partió desde la autoridad que debe dar garantías al espectáculo.

Faltan dos partidos que felizmente se disputarán en escenarios municipales.