#CopaOFI. Las imágenes de los incidentes Darling-Boquita

DUELEN, PERO SON REALES

Al finalizar el partido, cuando los defensores de Boquita iniciaban el festejo por la clasificación a la Final de la Copa B, comenzó el indeseado suceso.

Algunos jugadores y simpatizantes de Darling (no pueden ser hinchas) agredieron con todo lo que tuvieron a mano a los jugadores de Boquita a quienes además de robarle las banderas, le hurtaron el equipamiento perpetrando ataques a la integridad de otros seres humanos vestidos de azul y oro.

Piedras, botellas, vidrios, palos, el banderín del córner y todo objeto contundente que apareciera a la vista le sirvió a los inadaptados que no pensaron en el daño que le hacen a su institución.

La policía no actuó dentro del perímetro ya que se habrá visto -pensamos nosotros- en inferioridad numérica. Su función de prevenir, disuadir y luego reprimir si las condiciones anteriores no son cumplidas, no se apreció en el «Monegal» por donde los aficionados saltaron muros, cruzaron alambrados sin contención alguna, para penetrar al terreno cometiendo desmanes pocas veces vistos en el interior.

Hay varios lesionados de entidad que harían posponer la primera final a jugarse en el «Batalla de Sarandí» para el próximo sábado 18 de diciembre, en tanto que la revancha se disputaría en el «Parque Artigas» de Las Piedras el miércoles 23 de diciembre.

Hace tiempo que venimos asistiendo a serios casos de agresiones a árbitros, jugadores con diversos grados de peligrosidad sin que se tomen los recaudos correspondientes.

La impunidad de la tarde del sábado en Canelones, asusta a propios y extraños ya que los verdaderos hinchas de Darling, ubicados en la tribuna principal, rechazaban el atropello que los de la de enfrente cometían.

En OFI, la de todos los que nos gusta el fútbol del interior, no se están tomando medidas; hay fallos que están demorando, sanciones ejemplarizantes que no se firman, lo que hace que algunos pocos creen que nos van a quitar el espacio que los que nos gusta y amamos de este noble deporte que somos la inmensa mayoría.

Un puñado de malvivientes, aspiran a ser los dueños del espectáculo, a sacarle el lugar a los jugadores,  a subordinar a los dirigentes, a imponer justicia por sus propios medios aplastando el principio de deportividad y de valores que se promueven a través del deporte.

Hace rato que venimos reclamando justicia, que no es mas que hacer cumplir lo que está escrito.