#CopaOFI. Tras la vergüenza, la justicia llegó.

Pedro R. Clavijo La Colonia.

SALTO FINALISTA

Tras la vergüenza, la justicia llegó.

De verdad y con dolor uno llega a la conclusión. El fútbol del interior decae. Da tristeza, pero el solo ver por pantallas, estados físicos, imágenes, juego, aparece un visible deterioro. Claro, la pandemia y esos seis meses de fútbol parado, llevó a anquilosar cuerpos, mentes, ganas, entusiasmo. La mayoría de las ligas que decidieron parar y jugar en formativas para no perder jugadores también. Que las tribunas no tengan aficionados, ya resulta una pena. Obviamente que antes ya se notaba la caída. Aquellas tribunas que recibían cada vez menos aficionados, torneos que van perdiendo interés. Escasez de jugadores valiosos y árbitros discretos, fuera de forma, nerviosos.

El advenimiento de la televisión, es un punto alto, realiza estupendas producciones, de primer nivel, pero, nos mete en ese despertar de lo limitado que resulta como espectáculo, este fútbol chacarero.

Más allá de todo ese prólogo, lo que pasó el domingo en el partido entre Salto y Cerro Largo, es de película. Termina siendo justo, es verdad. Salto debía ser finalista, por lo visto al final en esa jugada capital. No obstante, debieron pasar 40 minutos y dos días de vergüenza, especulaciones, divagues, incluso, gestionando el hazme reír de quien se detenga en el episodio.

Veamos. Cualquier arquero, sabe que en los últimos cinco minutos debe salir del arco, porque un vientito se transforma en falta. El árbitro más discreto, observa detenido el desenlace en el aire, porque generalmente es falta del delantero. Claro, el reglamento no protege al número uno, pero la regla no escrita lo cuida.

El domingo, por televisión y de primera se observó como el delantero arachán se llevó por delante al arquero Regueira. Allí, se terminaba todo.

Eduardo Castillo el más cuestionado del Interior . Foto Miguel Castagnaro

El árbitro Castillo, que no tomó ninguna de las precauciones de manual. Se complicó de tal forma que hasta llevó a los albicelestes a alentar una esperanza de llegar a los penales. Todo, fue ridículo, que dio el gol, que no lo da, que lo anuló, idas, venidas, corridas y una cobertura de TV que fue entretenida. Hay que felicitar a los colegas por su excelente trabajo.

Después hubo kilómetros, comentarios, escritos, informes y demás. Todo incoherente, inexplicable y hasta inentendible. Desde el cierre del formulario, donde el árbitro dice que suspendía el juego, su informe final, donde pide disculpas y da por terminado, hasta el descargo de Cerro Largo. Todo demás. Como debía, se cobraba infracción y Salto sería finalista. Tras la vergüenza, la justicia llegó.