Connect with us

#CopaOFI

Las radios del interior

Publicado

/

spica

radio spicaPor Sebastián Pastorino de Oral Sport de Minas

Desde muy chico tuve la suerte de estar allí, de ser testigo y verlos de cerca. Para mí eran gigantes, gladiadores de batallas nocturnas que vestían una misma camiseta y eran apoyados por miles en la tribuna. Dentro del vestuario y en los momentos previos los observaba aprontarse para la contienda, con vendajes que cubrían heridas de guerras pasadas, con sus rostros tensos y ojos en otra parte -seguramente jugando ya el partido-. El olor a linimento aún presente en mi memoria, es parte insoslayable de ese recuerdo.

Yo no entendía mucho de que se trataba, apenas contaba con 6 o 7 años, pero iba viendo que no era una cosa menor. Observando, me daba cuenta que lo que ellos hacían en una cancha de fútbol ante otros que también pretendían lo mismo, generaba pasiones, aliento, algarabía, rabia, tristezas, y que tenía su momento más trascendente cuando desde esa tribuna la hinchada rompía el silencio de las noches de enero con estruendosos gritos de ¡GOOOOOOL!

Aquello era mágico desde la visión de un niño, ¡y único! llegué a advertir más adelante cuando tuve oportunidad de ver otras cosas. El ambiente que seducía y enamoraba -y aún lo hace- era construido por imágenes, aromas y sonidos característicos -pienso yo en cada rinconcito del país-; el humo del puesto de chorizos surcando el aire… el olor del preciado manjar de los entretiempos tentando a bajar antes de la tribuna para ganarle la “cuereada” a los demás en el intento por acercarse a la parrilla…, y la mezcla de múltiples voces de las transmisiones radiales que eran el sonido ambiente de fondo contando lo que pasaba mientras en el césped los “guerreros” jugaban por la gloria.

Yo me enamoré de esto último… del mundo que creaban con sus voces los relatores y comentaristas de turno, de historias contadas con pasión por aquellos que lo vivían y transmitían para los que allí no estaban, que eran miles en cada barrio, en cada pueblo, en zonas rurales (en la actualidad en cualquier parte del mundo gracias a la tecnología). Y cuando no podía ir al estadio, vaya a saber por que circunstancia -seguramente pagando alguna penitencia-, la “cajita mágica” de la cual salían sonidos era la fiel compañera.

Las radios del interior son -y siempre lo fueron- pilares importantísimos y fundamentales para el fútbol de tierra adentro. Desde los micrófonos de estas, el “cinco” que de día es carpintero a la noche se transforma en figura vivada por cientos desde un alambrado; el “diez” que atiende un almacén y en las madrugadas viaja al mercado para comprar la fruta y la verdura, a las diez de la noche es la pieza gravitante que adoran quienes llevan la “cantora” pegadita al oído en las gradas; y el “nueve” que por las tardes recorre oficinas pues su oficio es ser gestor, en los veranos es comparado con los mejores centrodelanteros que nos muestra la televisión. A las doce de la noche todos ellos -como la Cenicienta-, corren rápido hacia el tunel para el vestuario pues la transformación de personas normales a ídolos a esa hora se revierte, y vuelven a ser uno más de nosotros.

Las radios del interior informan y promueven una actividad que genera expectativas en todos los rinconcitos del país -menos en Montevideo-. Tanto por lo que hacen los futbolistas dentro de las canchas del balompié chacarero, como también por lo que las emisoras difunden a través de sus programas deportivos acerca de los espectáculos que se brindan, la gente se mete de lleno en lo que pasa y lo vive como si fuera protagonista, que de hecho lo termina siendo; las radios del interior mantienen en vilo a los oyentes, que en las noches de partido mutan en hinchas que no quieren perderse la fiesta y aportan a las ligas locales con la compra de su entrada.

Lamentablemente en estos tiempos donde todo se negocia y todo es mercado (porque los mercaderes y los mercenarios así lo quieren imponer), este año se han suscitado situaciones penosas hacia algunas radios del interior. Ha pasado, fundamentalmente en el norte y el litoral del país, que dirigentes de algunas ligas de nuestro interior han cobrado a las radios por transmitir los partidos, también por el derecho a utilizar una cabina, e incluso han pretendido cobrar por trasnmitir desde la tribuna ante la negativa a utilizar una de ellas; en algunos casos con malos modos e impidiendo el derecho a trabajar e informar.

Deben saber las ligas que así han obrado, y también la Organización del Fútbol del Interior (OFI) que es quien regula todo -o debería hacerlo-, que las radios del interior son cuasi artesanales, que no existe el rédito económico sino que todo se hace “por amor al arte”, por pasión. Deben saber que los espacios deportivos son contratados; no son las radios o los empresarios quienes participan de esto, es gente que hace muchos esfuerzos por desarrollar la tarea que aman, y lo hacen por el mero hecho de trasmitir, trasladar, compartir…

Las radios del interior -a diferencia de las capitalinas donde sí el negocio prima- son gestoras en nutrir al entretejido social, son el nexo entre todo lo que pasa en la comunidad y el vecino, son las que hacen trascender de generación en generación tradiciones comarcales que de otro modo no serán transmitidas ni por los grandes medios de Montevideo, ni por los políticos de turno, ni se comprarán en la farmacia… ¡es nuestra cultura la que está en juego en alguna medida!. Eso no lo ven quienes por un mísero interés económico coartan la labor de ellas.

Los medios de comunicación del interior en general (radios, televisión, diarios, portales web) han acreditado a sus periodistas en la OFI, y han pagado el carnét que a cada uno lo habilita a ingresar a todas las competencias de este organismo para poder ejercer su tarea. Sin embargo, hay gente que no ha dejado entrar a los estadios a los periodistas con carnét, y que no entiende la función que cumplen las radios y la prensa del interior en general.

De seguir con esa postura están atentando contra el propio fútbol de tierra adentro, pues le quitarán difusión. De esa manera están cortando la transmisión de costumbres y tradiciones, y ya no va a haber niños de 6 o 7 años a los que les guste ir a ver fútbol del interior y de él se enamoren, sino que por las calles de cada pueblito nuestro andarán vistiendo las camisetas del Barcelona, del Real Madrid, de Boca o de River (ya pasa desde hace unos años), sabiendo los nombres hasta de los cocineros de esos equipos, pero sin tener ni idea que su vecino en las noches de verano es un súper héroe cuando se calza el traje de “diez” y regala talento y magia… para una tribuna vacía.

Continuar leyendo
Advertisement
Noticias por fecha
mayo 2024
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031  
Advertisement
error: Content is protected !!
P