#CopaOFI
Tristeza si, pero satisfacción por lo que hicieron estos gurises celestes

Por Freddy Silva
CANELONES LO HIZO
El fútbol es así y a través de los años ya hemos aprendido que no siempre hay justicia en el resultado y no nos referimos a este partido, sino que a lo que vimos a lo largo del campeonato.
Por lo realizado, por la trayectoria, porque fuimos los campeones del Litoral y enfrentamos a un equipo que terminó tercero en su Confederación, era de suponer que la celeste podía haber continuado en la disputa de la Copa Nacional.
Porque además nos trajimos un valioso empate desde tierras canarias y porque el público estaba allí, apoyando como muy pocas veces vimos.
Pero … el fútbol depara sorpresas diarias y hoy estamos con las manos vacías después de haberlas utilizado para levantar el preciado trofeo del Litoral.
No es tiempo de lamentos, no es tiempo de desazón, solamente es tiempo de tristeza por lo perdido, pero de un análisis profundo en cuanto al saldo positivo que ha dejado esta participación en esta Copa Nacional.
Hay situaciones que no podemos olvidar, que debemos incluirla en el momento de ese análisis y quizás hoy no sea el momento propicio para hacerlo porque hoy nos embarga otro sentimiento
Un sentimiento que puede ser de tristeza, pero no de desazón por haber quedado en el camino, un sentimiento que debe ser de agradecimiento y satisfacción por ver como esta camiseta celeste se ha metido nuevamente en el corazón de los riverenses, como en tiempo pasados y ello se lo debemos a este grupo de jugadores y cuerpo técnico que lo han hecho posible.
Situaciones incomparables como la unión que ha existido en el plantel, el compañerismo, la actitud que han demostrado en cada uno de los partidos y hasta en los actos diarios, el empeño, las ganas de superar todas las adversidades que se planteaban y la enorme alegría que nos dieron al levantar una copa que hacía mucho tiempo nos era esquiva.
En esta oportunidad, Canelones el rival, un fútbol diferente, fuerza, y privilegiando el físico y ahí sucumbimos, pero solo en lo que respecta al resultado deportivo porque a pesar de haber venido con un empate ya sabíamos y escrito está, que el partido iba a ser tan complicado como allá en el Monegal.
Nos encontramos con un equipo que es muy bien ordenado tácticamente, con dos líneas de cuatro perfectamente definidas y sin apartarse de ella, máxime cuando lograron un gol.
Ya, a los 18 minutos de juego, comenzábamos a ver que sería muy difícil para que los nuestros pudieran gritar un gol.
Hubo chances, pero en realidad fueron muy pocas y nos quedamos con el grito ahogado de un penal no sancionado y poco más hasta el pitazo final que significaba la despedida del certamen.
Cuánta tristeza vimos en la mirada al infinito de cada uno de los jugadores, pero vimos que en la tribuna nadie se movía porque querían aplaudir la salida de los gurises, muchos de ellos con lágrimas en los ojos.
Hoy nos quedan dos imágenes que las vamos a llevar grabadas en la memoria, una la del festejo del título de hace un par de días y la de hoy, un equipo que se va de la cancha con la cabeza levantada, aplaudida por el aficionado y habiendo ganado el corazón celeste de cada uno de los hinchas.
De fútbol, estos gurises tienen mucho para mostrar en un futuro cercano.
