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El gol del «Chipi» y las manos de Marizcurrena
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SABER DEFENDER TAMBIÉN ES PARTE DEL JUEGO
Boquita consiguió un triunfo muy importante en el partido de ida de la semifinal de la Copa de Clubes B del interior
Fue de los encuentros más flojos de los pintados de azul y oro, pero frente a sí, tuvieron un equipo como Darling que por muchos minutos lo superó y sobre todo en el 2do tiempo.
Con los hinchas festeja Olivera el único gol del partido.
En la justeza del remate de Walter Olivera y en las manos de Fabio Marizcurrena se cimentó un trabajoso triunfo que sumó los tres puntos y no recibió goles, dado que en la revancha, la centenaria entidad, tendrá la obligación de salir a buscar la victoria, pero sin exponerse al contragolpe de Boquita que anoche no apareció.
Un primer tiempo muy luchado, donde los locales quisieron aplicar un libreto que no conocen dedicándose a entrar en un juego friccionado olvidándose de hacer lo que mejor saben que es tener la pelota.
Luchado, friccionado el choque de Boquita y Darling.
Emilio Colombo y Facundo Camejo, fueron las cartas que presentó Celintano quienes con mucha movilidad, tuvieron ocupada toda la noche a la defensa local.
El gol de «Chipi» Olivera a los 4´del 2do tiempo hizo despertar a Darling que exigió como no se había visto en el correr del torneo a Marizcurrena, que tanto en el juego aéreo, como en los mano a mano, fue el soporte de un equipo que se vio superado por el buen juego canario que con diagonales, toques precisos, imponía superioridad numérica en el mediocampo que obligaba a los laterales a quebrar la línea final por el 2-1 que mantenían constantemente.
La atajada del partido. Marizcurrena a puro reflejo la mandó al córner.
En los minutos finales, Darling mandó una ofensiva por tierra y aire que mostró las mejores manos (por no decir cara) de Marizcurrena, que con unos reflejos impresionantes, salvó su equipo del empate.
El único error de Raymond, fue el gol de Olivera. Cuando quiso volver, ya estaba adentro.
Las llaves de ida y vuelta se resuelven por detalles. Una distracción de Raymond le costó ir a buscarla al fondo. Marizcurrena hizo fácil lo difícil.
La semana que viene se jugará la revancha que será televisada, mientras tanto, Boquita sigue soñando…
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