Florida
Falleció Nepo Barreto

SE VA UN HOMBRE DE BIEN
No sé que escribir, no sé que oración hilvanar.
En el diario vivir, pasan cosas, hay acontecimientos que nos van templando, que parece que nada nos conmoviera, que entre lo superfluo y lo real no hubiese distinciones.
Las personas vamos, venimos y desaparecemos como por arte de magia, otras consiguen trascender por sus actividades, pero la que realmente vale es la de ser AMIGOS.
Cuando llegamos a Florida hace más de 4 décadas, nos conocimos con «Nepo» ferviente hincha del albiceleste, pero jugador de basquetbol en su rival de siempre.
Algunas noches juntamos con el día, hasta que un día un sentimiento intenso se adueño de su ser yéndose de la capital para formar su hogar con China, al que luego llegaron sus hijas y nietas.
La distancia nos separó circunstancialmente, pero luego el fútbol nos unió con ULIFF, siendo impulsor -junto al querido Tabaré- a que nosotros en los «años locos de entrenador», llegáramos al Cuco Azul.
El dirigente pasional, impulsivo, de carácter, era el opuesto al amigo cabal en el que las horas no pasaban cuando el fútbol y la política deportiva -como de la otra- animaban nuestras tertulias.
Firme defensor de sus ideales, trabajador incansable por Alianza, convencido de su lucha por el Partido Nacional, pero que por encima de todo estaba su familia.
Compartimos viajes, discutimos, disfrutamos de lindos momentos -los que no voy a borrar de mi mente- como otros que su excelentísimo código de ética, no nos permitía abordar en el rol de comunicador.
La desaparición física del amigo Nepo, es adelantarse en el camino, ese camino traicionero que nos arranca de raíz lo que tanto queremos, para lo que no estamos preparados.
Se va un hombre de familia, un hombre de bien, UN AMIGO.
Alguien que estuvo siempre con la mano extendida para brindar su experiencia como su aporte desinteresado a la causa de Florida capital o interior, del Sur -que fue Presidente- como del fútbol del interior.
El paso inexorable del tiempo nos va precipitando hacia el final, al misterioso final que nos espera agazapado cual cancerbero en un penal.
Ya nos veremos Nepo, te despedimos con dolor, ese sentimiento que te emboscó en un lugar inesperado.
A toda su familia nuestros respetos, y que haya paz en su tumba.
Jorge A. Benoit Assanelli
