Apertura A
Pese a la lluvia, «el pájaro» voló alto.

Por Daniel de las Llanas
OTRA GOLEADA DE BARRIO VIÑA
Como no podía ser de otra manera, la lluvia se hizo presente en el Batalla de Sarandí. Tuvimos lluvia en los tres partidos que Barrio Viña lleva jugados en condición de local. A esta altura, parece una cábala del conjunto franjeado.
Sobre el partido en sí, decir que fue claramente superior el equipo locatario. Apenas unos minutos de cierta paridad en el comienzo, para luego ir apoderándose del juego en todos los aspectos los dirigidos por Frábega.
Al principio sin mucha claridad, pero bastó que apareciera Márquez para que las situaciones de gol comenzaran a aparecer.
Del otro lado, Treinta y Tres mostraba entrega, voluntad, pero un casi nulo poder ofensivo, sin lograr inquietar al arquero Curbelo.
Promediando el primer tiempo y en tan solo dos minutos, Barrio Viña convierte dos goles, lo que significaba una diferencia casi lapidaria, teniendo en cuenta lo expuesto por ambos equipos.
Los mendocinos no lograron reaccionar y por más que en el comienzo del complemento intentaron arrimarse al arco rival no encontraron los caminos que al menos los pudieran acercar al descuento.
El rival les regaló el terreno y la pelota para aprovechar los espacios que dejaba su adelantamiento.
Con ese panorama transcurrió el segundo tiempo, donde cada contragolpe del locatario hacía presagiar nuevas conquistas. La velocidad de sus atacantes, más los enormes espacios a su favor le permitieron convertir dos goles más y desaprovechar otras tantas situaciones favorables.
En síntesis, claro triunfo de Barrio Viña que le permite seguir prendido en lo más alto de la tabla, ante un rival que deberá mejorar mucho de cara al futuro y su lucha por salir de los últimos lugares de la tabla.
Muy buena actuación de Andrés “Pájaro” Márquez, no solo por los dos goles, sino porque por momentos abrió el manual de cómo debe jugar un centrodelantero. Con gran capacidad de definición, pero también saliendo del área, generando espacios para la llegada de sus compañeros y jugando a un toque de espaldas al arco.
