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#COPAOFI. ¿El final de una generación?

La derrota en la final del interior de Central plantea diferentes alternativas de futuro
Por Ricardo Piñeyro
Algunas caras nuevas comenzaron a aparecer en el plantel decano en las últimas temporadas. El recambio comienza a operar conjuntamente con una generación que ganó todo.
Claudio Peraza desde su llegada a la dirección técnica de Central comenzó a mover la interna. Las duras y prolongadas lesiones, jugadores que no estaban en las mejores condiciones y lejos de su nivel, provocaron la llegada de algunos nombres jóvenes que comienzan a operar de recambio de una generación que lo ha ganado todo. Matías Nantes fue uno de los ejemplos, apareció tímidamente en primera pero se fue ganando un lugar y fue campeón del interior en 2017.
Este año la apuesta fue por Lucas Battaglino, que al no tener minutos en Central recaló en su momento en San Lorenzo, pero a la vuelta al club terminó siendo titular siempre en la oncena decana. Hubo otros casos con menos minutos, Pablo González el año anterior o Federico Machado en la presente temporada. De a poco los más jóvenes del club comienzan a tener más minutos y responsabilidades. No es un momento fácil para Central y para la directiva de turno, sin entrar en dramatismos inconducentes, está claro que algunos jugadores le están dando sus últimos años futbolísticos.
Hay casos claros, como los de Eduardo Hernández, Pablo Cabrera y el propio Sebastián Cabó, que aunque joven ha padecido las lesiones como nunca. Y se pueden contar además otros futbolistas con muchos años en el fútbol. Central procesará el tema y es probable que los directivos entiendan que este grupo, que ha inundado de gloria al club en los últimos siete años, deba permanecer porque aún hay mucho para ofrecer. Y es la postura que deben tomar porque los extremos siempre terminan siendo perjudiciales. La derrota en las finales con Bella Vista no es otra cosa que caer en las finales contra un equipo que fue superior.
Pero esta copa también dejó en evidencia que algunos referentes del plantel ya no son lo que eran. Peraza apostó por un recambio lento pero lógico, y esto significa para el entrenador una responsabilidad sumamente trascendente, porque no debe ser sencillo dejar en el banco a Hernández o Cabrera, que además de notables jugadores, suman en su estadía en los decanos los títulos más importantes de la historia. Los años pasan y el tiempo juega en contra en la carrera de los deportistas, por eso es que está llegando la hora de otros futbolistas nacidos en el club, con proyección de futuro, sin dejar de tener en cuenta la experiencia y el talento de la mayoría de los jugadores que integran el plantel.
Aunque Central hubiese ganado la Copa el domingo frente a Bella Vista, sólo estaría disimulando una realidad incontrastable. Quizás lo mejor de la derrota es ser conscientes de cuál es la coyuntura actual para tomar determinaciones al respecto. No es el fin de toda una generación ni el comienzo de otra, Central deberá procesar este momento y comenzar a encastrar a los pibes que aparecen en primera con quienes ya lo ganaron todo todo. En ese camino está.
Aplauso a los hinchas
La final del interior jugada en San José fue una fiesta. Desde la organización en general hasta el comportamiento de los parciales. En la edición de ayer dábamos cuenta de un hecho aislado que se generó en medio del encuentro con algunos colegas de Paysandú. Pero es justo destacar la actitud del 99% de los hinchas de Central que aceptaron la derrota con mucha altura.
El aplauso para sus futbolistas por el esfuerzo al finalizar la final habla de la gratitud con el plantel, pero también hubo palmas para los justos campeones. Hay que destacar a los hinchas que entienden el juego.
