OFI
«Tengo mil defectos, pero yo no traiciono»

Escribe Walter Brajús
POR UNA FUNCIÓN ARBITRAL MÁS PROFESIONAL
Hoy mientras en la compañía del amargo (fiel amigo de las buenas y malas, me puse a pensar, reflexionar sobre que es el relacionamiento en ámbitos del Trabajo, inserción y Participación Gremial.
Trabajé, proyecté en el fortalecimiento, sentido de identidad y derechos laborales, de los que nunca fueron vistos (Árbitros del Interior), sino por un solo propósito más que para que cumplan una función sin siquiera ser reconocidos como parte importante de su trabajo o del valor de su labor en el juego (obviamente de nuestro interior).
Resolví cientos de situaciones desde la perspectiva de la equidad de la problemática en litigio, en el beneficio de las partes y otras tantas no pude o no supe la respuesta o solución.
Vi cientos de compañeros aplaudir, abrazar, alentar y proponer líneas de conducción en pos de los derechos y obligaciones para poder crecer en lo individual como en lo colectivo, ya que esos logros conllevaría a la motivación, fortalecimiento, como consecuencia generaría la profesionalización de la función Arbitral.
Elemento ya necesario para la gran transformación del fútbol en el interior y obviamente a nivel Nacional, tanto así como se ve a nivel mundial, donde los elementos de formación, capacitación, evaluación deben tener un nivel de excelencia tanto intelectual, física y educación en control y relacionamiento social deportivo, con los actores directos del espectáculo ( Jugadores, Cuerpos Técnicos, Dirigentes, Auxiliares de la Competencia, Prensa y Público en General).
Pero vaya sorpresa o no tan sorpresa, que desde la propia Organización del Fútbol del Interior no solo no se valora, ni es intención de la misma una política deportiva, que nos lleven al crecimiento de la justicia deportiva, ya que su política ni tan siquiera es respetar los derechos de todos los actores, si eso implica compartir políticas para lograr un objetivo en común el fortalecimiento de la mayor red deportiva de nuestro País y en ello se deben sentar bases de la participación de los Árbitros del Interior o sus representantes, jugadores o sus representantes, conjuntamente con otros actores directos de nuestro interior profundo.
Pero no, han transformado el poder político de la misma en una hegemonía de interés personales e individualistas, rozando el feudalismo de aquellos ( los Dirigentes ),que solo buscan objetivos propios personales y no del lugar que ocupan y para lo cuál fueron mandatados, realizar políticas de crecimientos en el Fútbol del Interior, entre todos.
Mientras estas prácticas de soberbias, individualistas y egoístas crean que reclamar la participación con el relacionamiento de los grupos de interés como Árbitros, Jugadores, Entrenadores y hasta periodistas es ir contra la Organización y quienes lo enfrentan son señalados descalificados y perseguidos nuestra función seguirá en la mediocridad y sin poder crecer, sin ser más que asfixiando a los verdaderos dueños del rico patrimonio las Ligas y Clubes del Interior, así nuestro futuro como parte del fútbol Uruguayo seguirá siendo una triste carrera con ninguna posibilidad de ser incluida por los que nunca han querido darnos participación.
Por una función arbitral y un Fútbol más profesional y con las mejores condiciones de trabajo y equidad.
